Ceci subió a un microbús de la Ruta 27, de color verde en la vía López Portillo, en la zona de Ciudad Labor rumbo a Ciudad Satélite, el sábado 26 de noviembre del 2011, pero nunca llegó a su casa en la zona de Mundo E.Estudiaba en el Bachilleres de Satélite y estaba a punto de obtener la certificación para dar clases de natación, era dinámica y hasta autosuficiente, pues desde pequeña trabajó como empacadora en el Superama de Santa Mónica..
Cuando subió sólo iban dos o tres pasajeros, Ceci sólo hizo una expresión de preocupación al ver hacia el fondo de la unidad, ésa es la última imagen que su novio tiene de ella.
Eran casi las diez de la noche cuando subió al microbús, del cual su novio recuerda que tenía un cristal roto, del lado donde suben los pasajeros. Desde esa noche su madre empezó a buscarla. Su familia y sus amigos de Bachilleres organizaron brigadas de búsqueda.
“Llevo tres meses sin trabajar porque me dediqué a buscar a mi hija a la que yo sola encontré, al hurgar en un altar de expedientes el 27 de diciembre de 2011”, un mes después de que desapareciera, contó la mamá.
El rostro de la joven era irreconocible, pero traía aún puesta su sudadera de color rosa.
El rostro de la joven era irreconocible, pero traía aún puesta su sudadera de color rosa, por lo que después de pruebas periciales de identidad el cuerpo de Ceci fue entregado a su familia y fue sepultada el 29 de diciembre de 2011.
El cuerpo de Cecilia Pérez Vargas, de 16 años, fue encontrado debajo de un puente del Circuito Exterior Mexiquense, en la zona de Tultitlán, casi cuatro semanas después de que subió al microbús.
El celular de la jovencita fue una de las pruebas contundentes que dieron con el homicida.
EL CULPABLE
El 27 de febrero del 2012 es aprehendido el conductor de un microbús de la ruta metropolitana como probable responsable de ocho feminicidios . Le apodan “El coqueto” pero su nombre es César Librado Legorreta y tiene 29 años.
El 26 de diciembre del 2011 el cadáver de una jovencita fue hallado al que le siguió otro más el 18 de enero el cual fue encontrado en un área verde, en Tlalnepantla, tenía sus manos amarradas con las agujetas de sus zapatos.
El último crimen que realizó fue el de una joven que subió al microbús en el Auditorio Nacional tras un concierto, el hombre se la llevó a otro lado para violarla y asesinarla, se trataba de la empleada de una televisora
La Procuraduría mexiquense investigó entonces si los hechos estaban relacionados y se trataba de un asesino serial.
UNA VIDA COMUN
En Valle de las Rosas número 19, Fraccionamiento Izcalli del Valle hay una pequeña vivienda de dos niveles con reja blanca y grandes ventanales en la parte superior, ahí vivió “El Coqueto” con su abuela, su madre y su hermano, durante más de una década.
La vivienda actualmente es habitada por la madre y un hermano, este último de 14 años de edad.
“Eran muy buenas personas, él era muy respetuoso, se descompuso”, relató un vecino. “El Coqueto” llegó de “muy chico” a Izcalli del Valle y empezó a trabajar a los 15 años de edad como chofer de un microbús. Cuando tenía poco más de 20 años se casó con América y actualmente tiene dos hijos, de unos cuatro y cinco años de edad.
“Eran muy buenas personas, él era muy respetuoso, se descompuso”, relató un vecino.
“La señora (la abuelita) es muy buena persona, pero parece que al chavo se le metió el demonio. Era muy normal, no sé qué le pasó a ese chamaco, solamente Dios sabe”, dice un vecino.
Muchachos relatan que “El Coqueto” acudía cada 15 días para ver a su madre y hermano, aunque a veces tardaba un mes o dos meses en visitar a sus familiares.
Durante sus visitas jugaba futbol en la calle, con niños y adolescentes. Ahí mostraba con frecuencia entre tres y cuatro teléfonos celulares e intercambiaba canciones con sus amigos. Nadie recuerda algún crimen contra una mujer ocurrido en la comunidad.
LA OTRA CARA
“Ni como compañero era bueno”, dijo el chofer de la Ruta 2. “Era agresivo y “muy corriente”, sin amigos, conducía el microbús a partir de las 15:00 horas y se encargaba del horario nocturno, que con frecuencia se extendía hasta la madrugada del día siguiente.
Era muy “entrón” para gritarles obscenidades a las mujeres, para ofrecerse a llevarlas a sus casas, para violarlas y después asesinarlas; sin embargo, a la hora de los golpes con hombres siempre le faltó decisión, era un cobarde.
Muchas veces lo retaron a golpes y casi siempre rehuyó, las pocas peleas que tuvo, las perdió. Él no las buscaba, pero la forma abusiva en que se comportaba al querer ganar el pasaje, le generó muchos problemas, explicaron operadores y conductores.
“Sacaba la cabeza por la ventana del microbús y les gritaba leperadas a las mujeres que pasaban”.
Gustaba de utilizar perfume, pantalones de mezclilla y camisas holgadas para lucir sus tatuajes, pues según él, atraían a las mujeres.
En los tres años que trabajó nunca se le vio con amigos, casi todos sus compañeros lo evitaban por “odioso y vulgar” coinciden varios entrevistados. Gustaba de utilizar perfume, pantalones de mezclilla y camisas holgadas para lucir sus tatuajes, pues según él, atraían a las mujeres.
Cuando su turno comenzaba a las 3 de la tarde, él iniciaba a las 7 u 8 y se prolongaba hasta la madrugada, a las 3 o 4. Casi nunca se paraba en la base y daba muchas vueltas por fuera, sin checar tarjeta. A veces dejaba de operar.
LA FUGA
Cuando los noticieros de todo el país daban la noticia de su aprehensión, el peligroso sujeto se había ya fugado, y he aquí el resumen de su huida:
1. César Armando Librado Legorreta, El Coqueto, se fugó de donde permanecía en espera de que fuera librada una orden de aprehensión en su contra.
Policías
2. El procurador Alfredo Castillo informó que de los tres elementos ministeriales que custodiaban al presunto delincuente, uno ya estaba detenido. Se trataba de Luis Alberto “N”.
Medida cautelar
3. Castillo explicó que al no haber existido flagrancia en su detención, se solicitó la medida cautelar de retenerlo .pero que ésta no implicaba ni facultaba de ninguna forma al Ministerio Público a decretar la retención de una persona en casas de arraigo ni en centros de internamiento, por lo cual se le mantuvo a cargo de los elementos de la Policía Ministerial”, quienes descuidaron la vigilancia.
Reiteró: “si lo hubiéramos colocado en las galeras o en un centro de arraigo y no tener la medida cautelar autorizada, hubiéramos incurrido en privación de la libertad o abuso de autoridad”.
Operativo de búsqueda
4. Junto con Librado Legorreta, la PGJEM buscaba a los policías que lo tenían bajo su custodia. Se anunció la entrega de una recompensa a quien aportara información sobre su paradero
Crímenes
5. La edad de sus víctimas osciló entre los 16 a los 34 años. Los ataques sexuales se dieron en el microbús que manejaba del Metro Chapultepec a Periférico, que es donde abandonó los cadáveres. Su forma de operar era a través de ganarse la confianza de las mujeres para después violarlas y matarlas al asfixiarlas con una “llave china”.
Apoyo de la sociedad
6. El procurador mexiquense apeló al apoyo de la sociedad para que se involucraran, ya que una vez que se dio a conocer el rostro de este posible homicida “nos puedan dar su paradero, porque se podrá esconder por algunos días pero tarde o temprano tendrá que hacer su actividad normal”.
Se inicia la Búsqueda
Seiscientos policías lo buscaban hasta por debajo de las piedras, pero no lo encontraban, policías ministeriales, estatales y municipales del Edo. de México solicitaron apoyo de entidades vecinas como Tlaxcala, Hidalgo y Morelos.
Lo buscaron hasta en la Casa del Migrante San Juan Diego, pero sin éxito, pues hubo información de que se confundió con migrantes centroamericanos, con el objetivo de abordar el tren de carga.
Sin embargo, fuentes no oficiales aseguraron que El Coqueto huyó alrededor de las 04:00 horas del lunes 27 de febrero, pero los policías fueron concentrados hasta las 19:00 horas de ese día en la Subprocuraduría y hasta las 21:00 horas inició el operativo de búsqueda, lo que dio al prófugo 17 horas de ventaja.
Por otro lado Conrado Gómez Márquez, despachador de la Ruta 2, aseguró que un hombre que conducía una motocicleta pegó carteles y dijo que lo hacía de parte de la autoridad, Los carteles mostraban la fotografía de “El Coqueto” tomada de recortes de periódicos y con la leyenda “Se busca feminicida”, pero no proporcionaba números telefónicos o direcciones para realizar alguna denuncia.
A raíz de estos hechos disminuyó notablemente el número de mujeres que abordaban los microbuses de la Ruta 2; en “horas pico” algunas mujeres utilizan los microbuses de la ruta, pero en horarios con pocos pasajeros preferían abordar otras unidades del servicio público.
LA CAPTURA Y LA JUSTICIA DIVINA?….
César Librado, fue recluido en el Penal de Barrientos, en Tlalnepantla, luego de que elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México ejecutaron una orden de aprehensión en su contra el 3 de marzo, y esto es el resumen de su captura:
Una llamada telefónica, la clave para recapturarlo
Una llamada telefónica en la madrugada alertó a las autoridades para seguir el rastro del presunto feminicida quien durante cinco días fue el hombre más buscado en el Estado de México.
Fue la cuñada quien reconoció haberlo visto en su domicilio. En un segundo interrogatorio, el medio hermano dijo haberlo visto unos momentos. “Me pidió dinero prestado y después se fue”
LAS OTRAS VICTIMAS
El Coqueto no sólo asesinó a siete de sus ocho víctimas, conocidas hasta el momento, sino también cambió las vidas a familiares. “A mí me mató en vida”, dice Amparo Vargas, madre de Eva Cecilia.
La mujer supo, antes que las autoridades, de la existencia de un asesino serial que atacaba en microbuses, pero nadie le hizo caso.
Su hija desapareció el 26 de noviembre de 2011. Durante tres meses recorrió centímetro a centímetro la ruta del microbús.
Sus investigaciones le permitieron conocer que, de octubre de 2011 a febrero de 2012, mataron a cinco menores en la zona. “Es el mismo asesino y transporte público”, concluyó. Nadie le hizo caso.
SU PERFIL Y DATOS INTERESANTES
La coordinadora del programa de investigación sobre violencia de género de la UNAM, dijo que:
LA SENTENCIA
Finalmente es sentenciado a 40 años de prisión, multa de 700 salarios mínimos e indemnización de 94 mil 515 pesos a cada una de sus víctimas lo cual da un total de 240 años recluido.
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